Brasil: el dólar superó los 6 reales por primera vez en su historia: cómo impacta en Argentina
El dólar subió 3,5% en dos días. Esta situación añade una presión extra a la economía argentina dado el ciclo inverso del peso.
La Argentina mira con cierto nerviosismo lo que está sucediendo en Brasil. La devaluación del real no cede, y la divisa se aprecia por segunda jornada consecutiva. Perforó el techo de los seis reales por dólar.
El poder adquisitivo de la moneda brasileña acumula una pérdida del 2,7% durante noviembre. La caída fue del 17% desde comienzo de año. El real cotiza en el nivel más bajo de los últimos dos años.
Esta fuerte depreciación del real, a su vez, complica las exportaciones argentinas ya que el país limítrofe es nuestro principal socio comercial, y en Argentina, con el cepo cambiario, se profundiza la pérdida de competitividad.
Como Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, el más mínimo movimiento en el país vecino tiene impacto local. La consecuencia directa es que se abaratan las importaciones y pierden competitividad las exportaciones argentinas. Compramos más, vendemos menos.
El real cayó un 1,33%, a 6,0167 por dólar, después del discurso del miércoles del ministro de Hacienda, Fernando Haddad.
La renta variable brasileña también amplió sus pérdidas, y el índice bursátil Bovespa cayó más de un 2%, a un mínimo de más de tres meses.
El rendimiento del bono de referencia a 10 años de Brasil subió a un máximo de más de un año del 13,49%. La caída de los activos brasileños ocurre después de que Brasil, tras semanas de retraso, reveló el miércoles sus planes de ampliar las exenciones de impuesto a las rentas más bajas, y de aumentar los impuestos a las rentas más altas.
La propuesta también incluía la intención de recortar el gasto público en los próximos años. El anuncio desencadenó un éxodo de inversores en la divisa, que se ha desplomado aproximadamente un 3,5% en dos jornadas. La incertidumbre que rodea a estas medidas fiscales inyectó nueva volatilidad en los mercados brasileños, a medida que aumenta la preocupación de que el Gobierno no pueda cumplir las estrictas normas presupuestarias establecidas el año pasado para frenar el aumento de la deuda pública.
El desequilibrio cambiario, con un peso argentino “apreciado” y un real “debilitado”, beneficia la competitividad de los productos brasileños en el mercado argentino. Esto podría aumentar el déficit comercial bilateral y la salida de divisas por turismo.