Preocupación en Puerto Madryn por la baja de cruceros
La cancelación de recaladas por parte de la empresa Norwegian Cruise a Puerto Madryn ha generado preocupación en el ámbito marítimo y turístico de la ciudad.
En una extensa entrevista, Víctor Reyes, agente marítimo, brindó su análisis sobre las implicancias de esta situación y las posibles soluciones que deben implementarse para evitar mayores pérdidas en el futuro.
Reyes detalló que, al inicio de la temporada 2024-2025, se esperaban 45 recaladas de cruceros, pero, a la fecha, únicamente se atendieron cuatro barcos. “De acuerdo con la grilla inicial, ya deberíamos haber atendido ocho barcos”, explicó, subrayando que el panorama actual refleja una baja considerable respecto a lo planificado.
Según Reyes, la reducción de recaladas no afecta únicamente a Puerto Madryn, sino que también responde a factores locales, nacionales e internacionales. “Algunas empresas buscan respuestas claras que las incentiven a regresar. Hay compañías que han operado aquí por años y que, para mantener sus escalas, necesitan condiciones que les resulten atractivas”, indicó.
La problemática de los costos y la hidrovía
Uno de los puntos críticos que mencionó Reyes es el impacto de los costos operativos asociados al uso de la hidrovía, un canal clave para el comercio y la navegación en Argentina. “El incremento en las tasas por uso de la hidrovía, que pasaron de 3 a casi 5 dólares durante el gobierno anterior, tiene un peso significativo”, afirmó. Además, señaló que los buques de pasajeros están en desventaja frente a los mercantes, ya que estos últimos generan mayores ingresos por tonelaje.
“El cálculo de costos por tonelaje de registro neto no puede ser el mismo para un barco de carga que para un crucero. Por ejemplo, un buque que transporta pasajeros no debería pagar las mismas tarifas que uno que carga aluminio o descarga pescado”, sostuvo. Reyes también adelantó que el 29 de enero de 2025 se definirá la concesión de la hidrovía para los próximos 30 años, lo que podría influir en la planificación de futuras temporadas.
Factores que desalientan a las compañías
Más allá de los costos, Reyes señaló la falta de previsibilidad como un problema recurrente. “Los cambios constantes en las reglas de juego complican la planificación de las empresas. Si una naviera no vende la cantidad de pasajes esperados, no importa cuánto se ajusten los costos: no vendrá”, explicó.
Reyes también destacó la necesidad de una mayor participación de los agentes marítimos en las decisiones estratégicas: “Somos los que más conocemos del tema. Desde la agencia marítima local hasta el nivel nacional, podemos aportar información clave para el desarrollo del sector. Sin embargo, no siempre se nos incluye en las mesas de discusión”.
Las bajas de Norwegian Cruise Line son un golpe significativo para el turismo marítimo de Puerto Madryn. En total, la ciudad perderá (contando las bajas de esta temporada y la próxima) al menos 11 recaladas.
Reyes vinculó estas decisiones a una combinación de factores, incluyendo los altos costos operativos y la falta de competitividad local: “El trabajo ahora es enamorar al cliente. Necesitamos hacer ajustes en todos los niveles para mantener el interés de estas compañías en el puerto”.
El camino a seguir
El agente marítimo fue enfático al subrayar la importancia de un enfoque coordinado entre los actores locales, provinciales y nacionales. “Es fundamental que todos nos pongamos de acuerdo sobre hacia dónde queremos ir. Si seguimos priorizando intereses mezquinos, esta problemática será eterna”, declaró.
Además, propuso revisar las tarifas y regulaciones locales para hacerlas más atractivas para las empresas de cruceros. “Si no ajustamos las condiciones a las necesidades de los buques de pasajeros, seguiremos perdiendo recaladas. Este es un momento bisagra para el sector”, concluyó Reyes.